BENEFICIOS Y PROPIEDADES DE LAS FRESAS
- Mercabastos Virtual

- 12 ago 2020
- 3 Min. de lectura

La fresa posee una notable riqueza mineral, especialmente de hierro, es la fruta más rica en él, junto a la frambuesa y la grosella, igualmente contiene cantidades significativas de magnesio.
En 200 g de fresas hay un 17% de hierro y un 9% de magnesio. También aporta potasio, calcio, fósforo, manganeso, cobre y silicio, por lo que es un alimento muy indicado en curas de remineralización y en el tratamiento de déficits nutricionales.
Esta fruta resulta asimismo una excelente fuente de vitaminas C, K y ácido fólico. Concretamente 200 g cubren más del 200% de las necesidades diarias de vitamina C, una tercera parte de la vitamina K, la sexta parte del ácido fólico y cantidades notables de vitaminas del grupo B. ¡Con solo 66 calorías!
Beneficios de la fresa
Se cree que el mallorquín Ramón Llull fue uno de los primeros en recomendarla en diversas afecciones, en especial en la anemia, y también para devolver lozanía a la piel femenina.
Las destacadas cantidades de vitaminas y minerales de la fresa la hacen especialmente indicada para cuidar la salud en todas las edades, pero especialmente en estos casos:
Gota, reumatismo y artritis. Gracias a sus propiedades alcalinizantes y a su riqueza en calcio y potasio, la fresa facilita la eliminación de ácido úrico. Además, la presencia de ácido salicílico, el mismo componente de las aspirinas pero natural, que tiene una acción antiinflamatoria, ayuda a mejorar estas afecciones.
Personas que deban seguir dietas de energía controlada. El aporte energético de la fresa es mínimo y su contenido en fibra crea sensación de saciedad.
Embarazadas y niños. La fresa es una fruta con pocos azúcares y una alta dosis de ácido fólico, hierro y un efecto ligeramente laxante gracias a su fibra. Además es aperitiva, lo cual es muy interesante para niños desganados.
Hipertensión o problemas cardiovasculares. Por su contenido en potasio, aumenta la diuresis (la formación de orina) lo que contribuye a reducir la tensión arterial y a eliminar el ácido úrico. En un estudio realizado por universidades españolas e italianas se probó que comer 500 g de fresas al día disminuye el colesterol malo LDL (un 14%) y los triglicéridos (un 21%). También mejora la función de las plaquetas. Los efectos positivos podrían deberse al contenido en antocianinas, los compuestos químicos que dan color a las fresas. Estos pigmentos ayudan a mantener en buen estado las paredes de los vasos sanguíneos, de manera que previenen una variedad de trastornos vasculares.
Diabetes. Se considera apta para diabéticos porque su azúcar es levulosa (fructosa).
Anemias y déficit de hierro. El notable contenido en hierro de la fresa se ve reforzado por la elevada dosis de vitamina C, que posibilita una absorción más efectiva de este mineral.
Litiasis biliar (piedras en la vesícula) y alteraciones hepáticas.
Prevención del cáncer. Gracias a la presencia de silicio y de diferentes antioxidantes.
Sin embargo, la fresa se desaconseja…
A personas con un intestino delicado (colitis, colon irritable…), puesto que tienen cierto poder irritante.
A personas con litiasis renal (piedras en el riñón) por oxalatos, pues la fresa contiene estas sustancias en pequeñas dosis.
En caso de alergia. Hay que tener en cuenta que las fresas, debido a su contenido en ácido salicílico, produce en algunas personas reacciones alérgicas que normalmente no van más allá de la hinchazón de labios o de la simple urticaria. Se trata de las mismas personas que tienen alergia a la aspirina.
La fresa en la cocina
Gracias a nuestro clima y diferentes pisos térmicos gozamos de la producción de la Fresa durante todo el año, su color Rojo, firme y crujiente es deliciosa y se integra en una gran variedad de recetas. Además, aporta buenas dosis de vitaminas y minerales, como veíamos en su composición nutricional y resulta depurativa.
CÓMO CONSUMIRLA
La mejor forma de consumirla es tomarla al natural como postre de mesa o en ensaladas. Al ser una fruta de temporada y muy perecedera, se presta muy bien a la elaboración de conservas como las confituras o mermeladas.
Para conservarlas bien se deben guardar en el frigorífico, y a ser posible en un recipiente cerrado, pues así se evita que impregnen con su aroma a otros alimentos.
Las fresas, por lo general, no admiten bien la congelación, pues al descongelarse pierden gran parte de su estructura y aroma y se deterioran rápidamente.
Como es una fruta que no se pela conviene lavarla bien para eliminar sustancias químicas nocivas. Las que no proceden del cultivo ecológico suelen ser de las frutas más tratadas.




























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